La directora de Google Ibérica augura «el fin de las bibliotecas

Isabel Aguilera sostiene que el 10% de la información que se genera actualmente en el mundo ya está en internet «La tecnología no viene a igualarnos, más bien al contrario»

«Creemos que la red siempre ha estado con nosotros, pero en 1992 en la Expo de Sevilla, cumbre de la modernidad en nuestro país, ninguno de los pabellones presentaba internet». Con estas palabras abría Isabel Aguilera (Sevilla, 1961), directora de Google Ibérica, las Jornadas e-Asturias 2007 en Oviedo. Internet crece más rápido que cualquier otro medio y esa sería la explicación, según la sevillana, de que parezca que nos ha acompañado toda la vida. Es el medio que más rápido alcanzó los 50 millones de usuarios y los 1.000 millones en inversión publicitaria. Todo eso para un soporte que se asociaba, hace poco más de un lustro, a «gente rara, con melenas y sin corbata».

Hoy todo ha cambiado. Más del 10% de la información que se genera en el mundo está en la red. Imágenes, vídeos, libros, mapas, documentos, cuadernos de bitácora, etc ya están en internet y en pocos años esa cifra se multiplicará. Precisamente uno de los proyectos de una de las ramas de su empresa (Google books) es crear una inmensa base de datos en la que figuren desde incunables a libros con derechos de autor ya extinguidos. A pesar de la «oposición de algún gobierno europeo», cree que, en poco años, las bibliotecas, por ejemplo, serán algo del pasado. «Nadie tendrá la necesidad de desplazarse a ellas cuando las tenga en su ordenador».

Tanta información necesita conocimiento por parte del usuario. Para la directora de Google en España y Portugal, «internet es permanentemente contradicción, agresividad y estrés, por la velocidad y la sensación de inestabilidad. La tecnología no viene a igualarnos a todos, más bien al contrario se acentúan los extremos: los ganadores y los perdedores. Es verdad que todos vivimos un poco mejor, pero las diferencias son cada vez más patentes»

Lo que sí han logrado las tecnologías es «abrir la caja de las transparencias. Es el fin de de las excusas para no hacer las cosas todo lo bien que se puede». Internet es un medio muy exigente. Todo se puede medir y se está innovando continuamente. Así que necesita mucho talento y creatividad. Las claves de éxito para cualquier organización grande, pequeña o mediana pasan por: «darle poder a esa organización. Si buscamos talento tenemos que darle todas las posibilidades para que aflore». Google cunde con el ejemplo y en los últimos años ha adquirido pequeñas empresas que destacaban por un producto y por el talento de sus empleados.

Expansión con el móvil

Y esta revolución no ha hecho más que empezar. Un dato: en España la penetración de Pcs en el hogar es sólo de un 40% frente al 90% de Austria. Lo que da un recorrido muy grande a las nuevas tecnologías. Además está el móvil, en un país que tiene más que habitantes. Para la directora de Google Ibérica «este será un gran motor de expansión de internet». Según los datos que maneja, el uso de la red en el hogar español está ya casi a la altura de la televisión. Gracias sobre todo a la utilización que hacen los miembros más jóvenes de la familia. Tanto es así que es muy normal que los niños de la casa ya no vean las películas en la televisión, sino en el ordenador. Sin embargo, las cifras publicitarias, aunque han crecido enormemente en el último año, todavía están lejísimos de las que mueven otros medios que tienen una difusión inferior, como la radio o la prensa.

El impacto en la sociedad lo demuestra la aparición de empresas que en un año y medio han llegado a cifras que antes eran imposibles en décadas. Como ejemplos, destacó a Myspace y Youtube. También resaltó el caso de cantantes que colgaron su vídeo en la red y en pocos meses estaban firmando contratos multimillonarios con compañías discográficas tradicionales.

Para Aguilera el consejo para triunfar en un mundo tan cambiante es ser simple, hacer una cosa, pero muy bien. Con la tecnología, el equipo humano adecuado y consistencia. Aderezado todo con algo tradicional: un poquito de suerte.